Los Puercos De Nicolás Mangana
Primer acto
-los personajes son: Nicolás, su esposa y su hijo
Escenografía: Una pequeña casa humilde con un señor pensando.
Narrador: Nicolás Mangana era un campesino pobre pero ahorrativo. Su mayor ilusión era juntar dinero para comprar unos puercos y dedicarse a engordar los.
Nicolás:-No hay manera más fácil de hacerse rico-
Narrador: Decía
Nicolás: -Los puercos están comiendo y el dueño no más los mira y cuando ve que ya no van a engordar más, los vende por kilo.-
Narrador: Cada vez que a Nicolás mangana se le antojaba una copa de mezcal, decía para sus adentros:
Nicolás:-Quítate mal pensamiento.-
(Saca de la bolsa dos monedas)
Narrador: Sacaba de la bolsa dos pesos, que era lo que costaba el mezcal en la tienda del pueblo donde vivía y los echaba por la rendija del puerco de barro que le servia de alcancía.
Narrador: Al oír sonar las monedas decía
Nicolás: -En puerco se han de convertir.-
Narrador: Cuando alguno de sus hijos le decía:
Hijo: -Papa me das cincuenta centavos para una nieve.-
Narrador: Nicolás decía:
Nicolás: -Quítate esa idea de la cabeza muchacho.-
(Saca una moneda de la bolsa lo echa en el puerco de barro)
Narrador: Sacaba un tostón de la bolsa lo echaba en el puerco de barro y el niño se quedaba sin nieve
Narrador: Cuando la esposa le decía:
Esposa:-Quiero un rebozo nuevo.-
(Veinticinco monedas se echan en la alcancía de barro)
Narrador: pasaba lo mismo, veinticinco pesos entraban en la alcancía y la señora seguía tapándose con el rebozo luido.
Narrador: Nicolás compro un libro que decía cuales son los alimentos que deben comer los puercos para engordar mas pronto y lo leía por las tardes , sentado a la sombra de un mezquite .Cada vez que se juntaba con sus amigos hablaba de puercos, y cuando no de carnitas, de morcilla. Acabaron diciéndole “Nicolás el de los Puercos.”
Narrador: Tantas copas de mezcal no se tomo Nicolás, tantas nieves no probaron sus hijos y tantos rebozos no estreno su mujer, que el puerco de barro se lleno.
Narrador: Cuando Nicolás vio que ya no Cavia ni un quinto mas, rompió la alcancía y contó el dinero que estaba adentro, llevo la morralla, y lo cambio por un billete nuevesito que tenia grabado junto al numero mil la cara de cuauhtemoc.
(Regresa ala casa junto a su familia y les dice)
Nicolás:-No somos ricos, pero ya mero. Con este billete que ven ustedes aquí voy a ir a la feria de san Antonio y voy a comprar unos puerquitos, los vamos a poner en el corral de atrás, los vamos a engordar, los vamos a vender y vamos a comprar mas puerquitos, los vamos a engordar y los vamos a vender y vamos a comprar todavía mas puerquitos y así vamos a seguir hasta que seamos de veras ricos.-
Narrador: su mujer y sus hijos se pusieron muy contentos al oír esto y cantaron a coro:
Todos: -No somos ricos pero ya mero, ya mero.-
Narrador: Nicolás metió el billete debajo del petate y todas las noches antes de acostarse, la familia se juntaba alrededor de la cama, Nicolás levantaba el petate y todos veían que ahí estaba el billete todavía. Después de esto cada quien se iba a su cama, se dormía y soñaba que era rico. Nicolás, que estaba frente a un cerro de carnitas, haciendo tacos y vendiéndolos a dos pesos cada uno; su mujer soñaba que estaba viendo la televisión, las niñas soñaban que compraban helados y los chupaban.
Segundo acto
Escenografía: un camino con mucha gente y un jinete en un caballo blanco.
Narrador: El día de san Antonio, Nicolás Mangana se levanto cuando apenas estaba clareando, se vistió, guardo el billete de mil pesos entre las correas del zapato izquierdo , se despidió de la familia y se puso en marcha.
Muchos eran los que iban por el camino rumbo a la feria.los que iban a comprar algo caminaban como Nicolás con las manos vacías y el dinero escondido en la ropa. Los que iban a vender en cambio cargaban costales de membrillos pastoreaban parvadas de guajolotes arreaban yuntas de bueyes.
Entre todo aquel gentío se distinguía un hombre que iba montado en un caballo blanco. Nicolás lo miro lleno de envidia y dijo:
Nicolás:-Ese hombre es un ranchero huarachudo como yo pero montado en ese caballo parece un rey.-
Narrador: Era un caballo muy bueno, fuerte pero ligero, brioso pero obediente. Por su gusto hubiera salido al galope y sin embargo obedecía al menor tironcito de de rienda que le daba el jinete.
Nicolás:-Así debería yo ir montado.-
Narrador: penso Nicolás, decidió de que no mas que fuera rico iba a comprar un caballo exactamente igual a aquel que iba caracoleando delante de el
Apretó el paso hasta emparejarse con el caballo y empezó a platicar con el que lo montaba
Nicolás: ¡Qué bonito caballo ¡
Jinete: lo vendo contesto
Nicolás: ¿En cuanto?
Jinete: Mil Pesos
(Nicolás saca el billete)
Narrador: Nicolás saco el billete del huarache, compro el caballo y regreso a su casa montado y muy contento. Les dijo a su mujer y a sus hijos:
Nicolás:-No somos ricos ni vamos a serlo pero ya tenemos caballo blanco.
Narrador: Toda la familia aprendió a montar y vivieron muy felices.
lunes, 22 de junio de 2009
ARRANCAME LA VIDA
ARRANCAME LA VIDA
CATALINA DE TAN SOLO 15 DE EDAD SE CASA CON EL GENERAL ANDRÉS CUANDO FUERON LOS MILITARES POR ANDRÉS POR QUE LO ACUSABAN DE VARIOS DELITOS ANDRÉS FUE PRESIDENTE MUNICIPAL ANDRÉS LE PREGUNTO A CATALINA QUE HACIA DE NIÑA CATALINA LE CONTESTO QUE JUGAR CON SUS AMIGOS ANDRÉS LE DIJO A CATALINA QUE NO SABIA COCINAR , MONTAR ENTRE OTRAS COSAS TIEMPO DESPUÉS ANDRÉS LE PRESENTA A UNA DE SUS HIJAS MAYORES DE 15 AÑOS TIEMPO DESPUÉS ANDRÉS LE PRESENTA DOS DE SUS HIJOS MENORES Y LE PIDE QUE DIGA QUE ES SU MAMA .TIEMPO DESPUÉS SE VAN A LA CAPITAL DONDE CONOCIO A EDUARDO DEL CUAL SE ENAMORAN. TIEMPO DESPUES ANDRES LE COMPRA UN EDIFICIO LUEGO CATALINA Y EDUARDO SE CASAN PERO DESPUES APARECE MUERTO EDUARDO DESPUES CATALINA VA CON UNA PERSONA QUE LEE LAS MANOS Y LE DA UNAS HIERVAS LAS CUALES LE DA A SU ESPOSO ANDRES EN UNA CONFERRENCIA DE PRENSA LE DA UN ATAQUE EL DOCTOR LE DICE QUE NO ES NADA PERO FALLESE CATALINA DICE QUE IVA A EMPEZAR UNA NUEVA VIDA RECOMIENDO LA PELICULA POR QUE ES INTERESANTE LA HISTORIA QUE NARRA ANGELES MASTRETTA UNA ESCRITORA MUY FAMOSA QUIEN DESCRIBE LA VIDA DE MUCHAS PERSONAS. AUTOBIOGRAFIA Datos biográficosÁngeles Mastretta nació en la ciudad de Puebla el 9 de octubre de 1949. En Puebla Mastretta realizó todos sus estudios PRE-universitarios hasta que en 1971 se mudó a la Ciudad de México, después del fallecimiento de su padre Carlos Mastretta, quien tuvo una fuerte influencia en la escritora.En el Distrito Federal, Ángeles Mastretta estudió periodismo en la facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UNAM de donde recibió su título en Comunicaciones y posteriormente colaboró ocasionalmente en periódicos y revistas como Excélsior, Unomásuno, La Jornada y Proceso. El periódico vespertino Ovaciones, donde tenía una columna llamada "Del absurdo Cotidiano", fue uno de los diarios donde inició su carrera periodística. De Ovaciones, ella misma señala en NEXOS, en 1987, que "escribía de todo: de política, de mujeres, de niños, de lo que veía, de lo que sentía, de literatura, de cultura, de guerra y todos los días" (7).En 1974 Mastretta recibió una beca del Centro Mexicano de Escritores para participar en un taller literario al lado de escritores como Juan Rulfo y Salvador Elizondo. Más tarde, de 1975 a 1977, Mastretta fue directora de Difusión Cultural de la ENEP-Acatlán y de 1978 a 1982 del Museo del Chopo. En 1988 Mastretta participó, junto a Germán Dehesa, en el programa de televisión "La almohada", dedicado a charlas y entrevistas. Ángeles Mastretta es también miembro del Consejo Editorial de la revista NEXOS de la cual su esposo, el escritor Héctor Aguilar Camín, fue director de 1983 a 1995. En la actualidad (1999), Ángeles Mastretta sigue colaborando con su columna "Puerto libre" en NEXOS, además de hacerlo esporádicamente en periódicos extranjeros como Die Weld y El País. En 1982, Mastretta apareció por primera vez en el consejo editorial de la revista feminista FEM en el número 24; también en el 25 en 1983 y después, de modo más constante, del número 29 en 1983, al 40 en 1985. En FEM Mastretta publicó ensayos y un cuento y en la actualidad todavía aparece en el Consejo Editorial de la revista, aunque su participación no es ya activa.Ángeles Mastretta recibió el Premio Mazatlán 1985 por su primera novela Arráncame la vida y, como se destaca en la contraportada de las últimas ediciones, ha sido publicada por dos casas editoras españolas y traducida al italiano, al inglés, al alemán, al francés y al holandés. En 1997 Mastretta recibió el premio Rómulo Gallegos por Mal de amores (1996), su segunda novela y cuarto libro. Esta es la primera vez, en la historia del premio, que ha sido otorgado a una mujer. Anteriormente lo habían obtenido escritores como Fernando del Paso, Javier Marías, Carlos Fuentes y Mario Vargas Llosa, entre otrosCitadas• Carrera, Mauricio. "La tierra de la gran promesa". La Jornada 1997, 1-3. • De Valdés, María Elena. The Saturad Mirar. Representación of Women in Mexicana Literatura. Austin. University of Texas Pres, 1998. • Gerendas, Judith. "Hacia una problematización de la escritura femenina". Escritura 31-32 (1991): 91-101. • Llarena, Alicia. "Arráncame la vida, de Ángeles Mastretta: El universo desde la intimidad". Revista Iberoamericana 58.159 (1992): 465-75. • Mastretta, Ángeles. "Con la precisión del arrebato". NEXOS 112 (1987): 5-8. • ---. "El viejo amor". NEXOS 132 (1988): 60. • ---.Arráncame la vida. México: Ediciones Océano, 1988. • ---. Mujeres de ojos grandes. México: Cal y Arena, 1990. • ---. Puerto libre. México: Cal y Arena, 1993. • ---. Mal de amores. México: Alfaguara, 1996. • ---. El mundo iluminado. México: Cal y arena, 1998. • Mujica, Barbará. "Women of Wall in Love and War". Américas 4 (1997): 36-43. • Niebylski, Diana. "Transgresión in The Comic Mode: Ángeles Mastretta and He Cat of Liberated Aunts". The Other Mirar. Ed. Cristina Ibsen. Westport, USA: Greenwood Press, 1997. • R.M/W.M. "Ángeles Mastretta publica relatos y recuerdos y Ernesto Cardenal, memorias". El País. 3pp. Online. Internet. (1999): 4 agosto 1999. • Schaefer-Rodríguez, Claudia. "La jaula de la libertad: Puerto libre de Ángeles Mastretta". Revista Canadiense de Estudios Hispánicos 2 (1997): 373-84. Teichman, Ron. "Con la precisión del arrebato". NEXOS 112 (1987): 5-8.Obras.
CATALINA DE TAN SOLO 15 DE EDAD SE CASA CON EL GENERAL ANDRÉS CUANDO FUERON LOS MILITARES POR ANDRÉS POR QUE LO ACUSABAN DE VARIOS DELITOS ANDRÉS FUE PRESIDENTE MUNICIPAL ANDRÉS LE PREGUNTO A CATALINA QUE HACIA DE NIÑA CATALINA LE CONTESTO QUE JUGAR CON SUS AMIGOS ANDRÉS LE DIJO A CATALINA QUE NO SABIA COCINAR , MONTAR ENTRE OTRAS COSAS TIEMPO DESPUÉS ANDRÉS LE PRESENTA A UNA DE SUS HIJAS MAYORES DE 15 AÑOS TIEMPO DESPUÉS ANDRÉS LE PRESENTA DOS DE SUS HIJOS MENORES Y LE PIDE QUE DIGA QUE ES SU MAMA .TIEMPO DESPUÉS SE VAN A LA CAPITAL DONDE CONOCIO A EDUARDO DEL CUAL SE ENAMORAN. TIEMPO DESPUES ANDRES LE COMPRA UN EDIFICIO LUEGO CATALINA Y EDUARDO SE CASAN PERO DESPUES APARECE MUERTO EDUARDO DESPUES CATALINA VA CON UNA PERSONA QUE LEE LAS MANOS Y LE DA UNAS HIERVAS LAS CUALES LE DA A SU ESPOSO ANDRES EN UNA CONFERRENCIA DE PRENSA LE DA UN ATAQUE EL DOCTOR LE DICE QUE NO ES NADA PERO FALLESE CATALINA DICE QUE IVA A EMPEZAR UNA NUEVA VIDA RECOMIENDO LA PELICULA POR QUE ES INTERESANTE LA HISTORIA QUE NARRA ANGELES MASTRETTA UNA ESCRITORA MUY FAMOSA QUIEN DESCRIBE LA VIDA DE MUCHAS PERSONAS. AUTOBIOGRAFIA Datos biográficosÁngeles Mastretta nació en la ciudad de Puebla el 9 de octubre de 1949. En Puebla Mastretta realizó todos sus estudios PRE-universitarios hasta que en 1971 se mudó a la Ciudad de México, después del fallecimiento de su padre Carlos Mastretta, quien tuvo una fuerte influencia en la escritora.En el Distrito Federal, Ángeles Mastretta estudió periodismo en la facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UNAM de donde recibió su título en Comunicaciones y posteriormente colaboró ocasionalmente en periódicos y revistas como Excélsior, Unomásuno, La Jornada y Proceso. El periódico vespertino Ovaciones, donde tenía una columna llamada "Del absurdo Cotidiano", fue uno de los diarios donde inició su carrera periodística. De Ovaciones, ella misma señala en NEXOS, en 1987, que "escribía de todo: de política, de mujeres, de niños, de lo que veía, de lo que sentía, de literatura, de cultura, de guerra y todos los días" (7).En 1974 Mastretta recibió una beca del Centro Mexicano de Escritores para participar en un taller literario al lado de escritores como Juan Rulfo y Salvador Elizondo. Más tarde, de 1975 a 1977, Mastretta fue directora de Difusión Cultural de la ENEP-Acatlán y de 1978 a 1982 del Museo del Chopo. En 1988 Mastretta participó, junto a Germán Dehesa, en el programa de televisión "La almohada", dedicado a charlas y entrevistas. Ángeles Mastretta es también miembro del Consejo Editorial de la revista NEXOS de la cual su esposo, el escritor Héctor Aguilar Camín, fue director de 1983 a 1995. En la actualidad (1999), Ángeles Mastretta sigue colaborando con su columna "Puerto libre" en NEXOS, además de hacerlo esporádicamente en periódicos extranjeros como Die Weld y El País. En 1982, Mastretta apareció por primera vez en el consejo editorial de la revista feminista FEM en el número 24; también en el 25 en 1983 y después, de modo más constante, del número 29 en 1983, al 40 en 1985. En FEM Mastretta publicó ensayos y un cuento y en la actualidad todavía aparece en el Consejo Editorial de la revista, aunque su participación no es ya activa.Ángeles Mastretta recibió el Premio Mazatlán 1985 por su primera novela Arráncame la vida y, como se destaca en la contraportada de las últimas ediciones, ha sido publicada por dos casas editoras españolas y traducida al italiano, al inglés, al alemán, al francés y al holandés. En 1997 Mastretta recibió el premio Rómulo Gallegos por Mal de amores (1996), su segunda novela y cuarto libro. Esta es la primera vez, en la historia del premio, que ha sido otorgado a una mujer. Anteriormente lo habían obtenido escritores como Fernando del Paso, Javier Marías, Carlos Fuentes y Mario Vargas Llosa, entre otrosCitadas• Carrera, Mauricio. "La tierra de la gran promesa". La Jornada 1997, 1-3. • De Valdés, María Elena. The Saturad Mirar. Representación of Women in Mexicana Literatura. Austin. University of Texas Pres, 1998. • Gerendas, Judith. "Hacia una problematización de la escritura femenina". Escritura 31-32 (1991): 91-101. • Llarena, Alicia. "Arráncame la vida, de Ángeles Mastretta: El universo desde la intimidad". Revista Iberoamericana 58.159 (1992): 465-75. • Mastretta, Ángeles. "Con la precisión del arrebato". NEXOS 112 (1987): 5-8. • ---. "El viejo amor". NEXOS 132 (1988): 60. • ---.Arráncame la vida. México: Ediciones Océano, 1988. • ---. Mujeres de ojos grandes. México: Cal y Arena, 1990. • ---. Puerto libre. México: Cal y Arena, 1993. • ---. Mal de amores. México: Alfaguara, 1996. • ---. El mundo iluminado. México: Cal y arena, 1998. • Mujica, Barbará. "Women of Wall in Love and War". Américas 4 (1997): 36-43. • Niebylski, Diana. "Transgresión in The Comic Mode: Ángeles Mastretta and He Cat of Liberated Aunts". The Other Mirar. Ed. Cristina Ibsen. Westport, USA: Greenwood Press, 1997. • R.M/W.M. "Ángeles Mastretta publica relatos y recuerdos y Ernesto Cardenal, memorias". El País. 3pp. Online. Internet. (1999): 4 agosto 1999. • Schaefer-Rodríguez, Claudia. "La jaula de la libertad: Puerto libre de Ángeles Mastretta". Revista Canadiense de Estudios Hispánicos 2 (1997): 373-84. Teichman, Ron. "Con la precisión del arrebato". NEXOS 112 (1987): 5-8.Obras.
lunes, 8 de junio de 2009
LA PERLA
LA PERLA
POR LUIS FELIPE MENDEZ HERNANDEZ DE 2º “A”
La vida de coyotito estaba en peligro tras la picadura de un escorpión.
Sus padres Juana y kino buscan al doctor pero este se niega a tender
Al niño por que no tiene dinero.
Los padres de coyotito encuentran una enorme perla que utilizaran para pagar la
Curación de coyotito.
Las palabras de kino encontraron una hermosa perla en el mar que ocupan para utilizar
La enfermedad de coyotito.
Si quieres conocer el decenlase de la perla te recomiendo que leas este cuento
Además de preocupación
Nació el 27 de febrero de 1902 en Salinas (California), y estudió en la Universidad de Stanford. Durante su juventud trabajó como bracero y recolector de fruta. En La copa de oro (1929), Steinbeck narra la vida y las hazañas del famoso pirata galés del siglo XVII Henry Morgan. A continuación publica Las praderas del cielo (1932), una colección de relatos que describe la vida en una comunidad de granjeros del sur de California aborda los temas de suspensión y una que otra carcajada
POR LUIS FELIPE MENDEZ HERNANDEZ DE 2º “A”
La vida de coyotito estaba en peligro tras la picadura de un escorpión.
Sus padres Juana y kino buscan al doctor pero este se niega a tender
Al niño por que no tiene dinero.
Los padres de coyotito encuentran una enorme perla que utilizaran para pagar la
Curación de coyotito.
Las palabras de kino encontraron una hermosa perla en el mar que ocupan para utilizar
La enfermedad de coyotito.
Si quieres conocer el decenlase de la perla te recomiendo que leas este cuento
Además de preocupación
Nació el 27 de febrero de 1902 en Salinas (California), y estudió en la Universidad de Stanford. Durante su juventud trabajó como bracero y recolector de fruta. En La copa de oro (1929), Steinbeck narra la vida y las hazañas del famoso pirata galés del siglo XVII Henry Morgan. A continuación publica Las praderas del cielo (1932), una colección de relatos que describe la vida en una comunidad de granjeros del sur de California aborda los temas de suspensión y una que otra carcajada
lunes, 1 de junio de 2009
jueves, 5 de marzo de 2009
ETAPA 5 VALORES EN LA ESCUELA
Etapa 5
Valores en la escuela
En conclusión del equipo debemos de hacer algunos folletos sobre los valores para que los demos ala gente y entiendan la importancia de los valores, aparte que los podamos emplear con nuestros compañeros y con nuestra familia.

Valores en la escuela
En conclusión del equipo debemos de hacer algunos folletos sobre los valores para que los demos ala gente y entiendan la importancia de los valores, aparte que los podamos emplear con nuestros compañeros y con nuestra familia.

Hola soy Luis Felipé Méndez Herrnandez en esta etapa utilicé la información del los valores universales después hice un resumen de lo mas importante . Después mi maestro nos dijo que entramos a publisher para elaborar un tríptico de valores en la escuela. Luego copie la información de los valores y des pues las imagenes de mi equipo donde estamos por equipos . final mente compartimos los trípticos ala comunidad escolar.
lunes, 23 de febrero de 2009
Etapas de el programa valores en la vida

Etapa 2
Autoestima
En equipo llegamos a la conclusión de que las actividades del programa de valores en la vida nos sirven para tener un autoestima alto, tener valores no solo por obligación si no que también en nuestra vida y en nuestra forma de ser para dar ejemplo a nuestra familia y amigos y ser un equipo mejor para obtener un mejor país
ETAPA 3

Los valores universales
En conclusión de nuestro equipo opinamos que los valores universales son los que hacen que no sea este un país sin reglas totalmente sin control de nuestras acciones en general sin los valores no seriamos la sociedad que hoy somos.
En conclusión de nuestro equipo opinamos que los valores universales son los que hacen que no sea este un país sin reglas totalmente sin control de nuestras acciones en general sin los valores no seriamos la sociedad que hoy somos.
Etapa 4
Adquisición de un valor.
Nuestro equipo esta realizando la actividad de adquirir un valor nosotros tendremos el valor de respeto ya que consideramos que el respeto es el factor con el que algunas personas contribuyen a un mejor país.
Nuestro equipo esta realizando la actividad de adquirir un valor nosotros tendremos el valor de respeto ya que consideramos que el respeto es el factor con el que algunas personas contribuyen a un mejor país.
Etapa 6
Los valores y el medio ambiente

Equipo 1: Angélica Montes Sánchez, Luís Felipe Méndez Hernández, Alberto Ángel Benítez Sánchez, Luís Gerardo Velásquez Márquez, Jorge Alcívar Arrollo, Liliana Judith Reyes Quintana. El equipo llego a una conclusión muy seria de los valores y el ambiente debemos de saber que los valores y el ambiente si tienen mucho que ver por ejemplo el valor de la responsabilidad va con el no tirar basura, el valor de la solidaridad, de que no dejemos basura en otros lugares que no sean los BOTES
jueves, 19 de febrero de 2009
cuentos breves latino americanos
LA MIGALA
Juan José Arreola
La migala discurre libremente por la casa, pero mi capacidad de horror no disminuye.
El día en que Beatriz y yo entramos en aquella barraca inmunda de la feria callejera, me di cuenta de que la repulsiva alimaña era lo más atroz que podía depararme el destino. Peor que el desprecio y la conmiseración brillando de pronto en una clara mirada.
Unos días más tarde volví para comprar la migala, y el sorprendido saltimbanqui me dio algunos informes acerca de sus costumbres y su alimentación extraña. Entonces comprendí que tenía en las manos, de una vez por todas, la amenaza total, la máxima dosis de terror que
PEQUEÑO REY ZARRAPASTROSO
DE : EDUARDO GALEANO
Tarde a tarde, lo veían. Lejos de los demás, el guri se sentaba a la sombra de la enramada, con la espalda contra el tronco de un árbol y la cabeza gacha. Los dedos de su mano derecha le bailaban bajo el mentón, baila que te baila como si el estuviera rascándose el pecho con alevosa alegría, y al mismo tiempo su mano izquierda, suspendida en el aire, se abría y se cerraba en pulsaciones rápidas. Los demás le habían aceptado, sin preguntas, la costumbre.El perro se sentaba, sobre las patas de atrás, a su lado. Ahí se quedaban hasta que caía la noche. El perro paraba las orejas y el guri, con el ceño fruncido por detrás de la cortina del pelo sin color, les daba libertad a sus dedos para que se movieran en el aire. Los dedos estaban libres y vivos, vibrándole a la altura del pecho, y de las puntas de los dedos nacía el rumor del viento entre las ramas de los eucaliptos y el repiqueteo de la lluvia sobre los techos, nacían las voces de las lavanderas en el río y el aleteo estrepitoso de los pájaros que se abalanzaban, al mediodía, con los picos abiertos por la sed. A veces a los dedos les brotaba, de puro entusiasmo, un galope de caballos: los caballos venían galopando por la tierra, el trueno de los cascos sobre las colinas, y los dedos se enloquecían para celebrarlo. El aire oía a hinojos y a cedrones.Un día le regalaron, los demás, una guitarra. El guri acaricio la madera de la caja, lustrosa y linda de tocar, y las seis cuerdas a lo largo del diapasón.La probo, la guitarra sonaba bien. Y el pensó: que suerte. Pensó: ahora, tengo dos.mi espíritu podía soportar. Recuerdo mi paso tembloroso, vacilante, cuando de regreso a la casa sentía el peso leve y denso de la araña, ese peso del cual podía descontar, con seguridad, el de la caja de madera en que la llevaba, como si fueran dos pesos totalmente diferentes: el de la madera inocente y el del impuro y ponzoñoso animal que tiraba de mí como un lastre definitivo. Dentro de aquella caja iba el infierno personal que instalaría en mi casa para destruir, para anular al otro, el descomunal infierno de los hombres.
La noche memorable en que solté a la migala en mi departamento y la vi correr como un cangrejo y ocultarse bajo un mueble, ha sido el principio de una vida indescriptible. Desde entonces, cada uno de los instantes de que dispongo ha sido recorrido por los pasos de la araña, que llena la casa con su presencia invisible.
Todas las noches tiemblo en espera de la picadura mortal. Muchas veces despierto con el cuerpo helado, tenso, inmóvil, porque el sueño ha creado para mí, con precisión, el paso cosquíllate de la aralia sobre mi piel, su peso indefinible, su consistencia de entraña. Sin embargo, siempre amanece. Estoy vivo y mi alma inútilmente se apresta y se perfecciona.
Hay días en que pienso que la migala ha desaparecido, que se ha extraviado o que ha muerto. Pero no hago nada para comprobarlo. Dejo siempre que el azar me vuelva a poner frente a ella, al salir del baño, o mientras me desvisto para echarme en la cama. A veces el silencio de la noche me trae el eco de sus pasos, que he aprendido a oír, aunque sé que son imperceptibles.
Muchos días encuentro intacto el alimento que he dejado la víspera. Cuando desaparece, no sé si lo ha devorado la migala o algún otro inocente huésped de la casa. He llegado a pensar también que acaso estoy siendo víctima de una superchería y que me hallo a merced de una falsa migala. Tal vez el saltimbanqui me ha engañado, haciéndome pagar un alto precio por un inofensivo y repugnante escarabajo.
Pero en realidad esto no tiene importancia, porque yo he consagrado a la migala con la certeza de mi muerte aplazada. En las horas más agudas del insomnio, cuando me pierdo en conjeturas y nada me tranquiliza, suele visitarme la migala. Se pasea embrolladamente por el cuarto y trata de subir con torpeza a las paredes. Se detiene, levanta su cabeza y mueve los palpos. Parece husmear, agitada, un invisible compañero.
Entonces, estremecido en mi soledad, acorralado por el pequeño monstruo, recuerdo que en otro tiempo yo soñaba en Beatriz y en su compañía imposible.
FIN
Pequeño mió
Autor: Triunfo Arsiñega
Al afeitarse esa mañana descubrió que tenia cara de gato se erizo. La espantosa imagen lo persiguió durante el día, en cada pausa del trabajo: los ojos claros de delicadas pupilas, los bigotes enhiestos, las orejas puntiagudas y su propio grito que le descubrió un par de pequeños y finos colmillos en la noche sobre el cuerpo jadeante de la mujer maúllo: tubo sueños horribles con ratas y perros y otras bestias. Al despertar se deslizó entre las sabanas se lambió los tobillos blancos y dulces y luego perezoso mientras los dedos de sangrientas uñas, bebió la leche que la mujer le trajo en el platito.
a) ¿Qué metamorfosis vive el personaje pequeño mío?
R- SE CONVIERTE EN GATO
a) ¿les gustaría cambiar algunos de sus rasgos físicos o algo de su manera de ser?
R- NO POR QUE ME VERÍAN COMO UN ANIMAL
b) si pudieras vivir una metamorfosis fantástica, ¿en que objeto o animal les gustaría trasformarse?
R- EN LEÓN POR QUE ES EL REY DE LA SELVA
Autor: Triunfo Arsiñega
Al afeitarse esa mañana descubrió que tenia cara de gato se erizo. La espantosa imagen lo persiguió durante el día, en cada pausa del trabajo: los ojos claros de delicadas pupilas, los bigotes enhiestos, las orejas puntiagudas y su propio grito que le descubrió un par de pequeños y finos colmillos en la noche sobre el cuerpo jadeante de la mujer maúllo: tubo sueños horribles con ratas y perros y otras bestias. Al despertar se deslizó entre las sabanas se lambió los tobillos blancos y dulces y luego perezoso mientras los dedos de sangrientas uñas, bebió la leche que la mujer le trajo en el platito.
a) ¿Qué metamorfosis vive el personaje pequeño mío?
R- SE CONVIERTE EN GATO
a) ¿les gustaría cambiar algunos de sus rasgos físicos o algo de su manera de ser?
R- NO POR QUE ME VERÍAN COMO UN ANIMAL
b) si pudieras vivir una metamorfosis fantástica, ¿en que objeto o animal les gustaría trasformarse?
R- EN LEÓN POR QUE ES EL REY DE LA SELVA
PUNTO FINAL
Cristina Peri Rossi
Cuando nos conocimos, ella me dijo: “Te doy el punto final. Es un punto muy valioso, no lo pierdas. Consérvalo, para usarlo en el momento oportuno. Es lo mejor que puedo darte y lo hago porque me mereces confianza. Espero que no me defraudes.” Durante mucho tiempo, tuve el punto final en el bolsillo. Mezclado con las monedas, las briznas de tabaco y los fósforos, se ensuciaban un poco; además, éramos tan felices que pensé que nunca habría de usarlo. Entonces compré un estuche seguro y allí lo guardé. Los días transcurrían venturosos, al abrigo de la desilusión y del tedio. Por la mañana nos despertábamos alegres, dichosos de estar juntos; cada jornada se abría como un vasto mundo desconocido, lleno de sorpresas a descubrir. Las cosas familiares dejaron de serlo, recobraron la perdida frescura, y otras, como los parques y los lagos, se volvieron acogedoras, maternales. Recorríamos las calles observando cosas que los demás no veían y los aromas, los colores, las luces, el tiempo y el espacio eran más intensos. Nuestra percepción se había agudizado, como bajo los efectos de una poderosa droga. Pero no estábamos ebrios, sino sutiles y serenos, dotados de una rara capacidad para armonizar con el mundo. Teníamos con nuestros sentidos una singular melodía que respetaba el orden del exterior, sin sujetarse a él.
Con la felicidad, olvidé el estuche, o lo perdí, inadvertidamente. No puedo saberlo. Ahora que la dicha terminó, no encuentro el punto final por ningún lado. Esto crea conflictos y rencores suplementarios. “¿ Dónde lo guardaste? – me pregunta ella, indignada -. ¿ Qué esperas para usarlo? No demores más, de lo contrario, todo lo anterior perderá belleza y sentido.” Busco en los armarios, en los abrigos, en los cajones, en el forro de los sillones, debajo de la mesa y de la cama. Pero el punto no está; tampoco el estuche. Mi búsqueda se ha vuelto tensa, obsesiva. Es posible que lo haya extraviado en alguno de nuestros momentos felices. No está en la sala, ni en el dormitorio, ni en la chimenea. ¿ El gato se lo habrá comido?.
Su ausencia aumenta nuestra desdicha de manera dolorosa. En tanto el punto no aparezca, estamos encadenados el uno al otro, y esos eslabones están hechos de rencor, apatía vergüenza y odio. Debemos conformarnos con seguir así, desechando la posibilidad de una nueva vida. Nuestras noches son penosas, compartiendo la misma habitación, donde el resquemor tiene la estatura de una pared y asfixia, como un vapor malsano. Tiñe los muebles, los armarios, los libros dispersos por el suelo. Discutimos por cualquier cosa, aunque los dos sabemos que, en el fondo, se trata de la desaparición del punto, del cual ella me responsabiliza. Creo que a veces sospecha que en realidad lo tengo, escondido, para vengarme de ella. “ No debí confiar en ti – se reprocha -. Debí imaginar que me traicionarías.”
Era un estuche de plata, largo, de los que antiguamente se usaban para guardar rapé. Lo compré en un mercado de artículos viejos. Me pareció el lugar más adecuado para guardarlo. El punto estaba allí, redondo, minúsculo, bien acomodado. Pero pasaron tantos años. Es posible que se extraviara durante una mudanza, o quizás alguien lo robó, pensando que era valioso.
Luego de buscarlo en vano casi todo el día, me voy de casa, para no encontrar su mirada de reproche, su voz de odio. Toda nuestra felicidad anterior ha desaparecido, y sería inútil pensar que volverá. Pero tampoco podemos separarnos. Ese punto huidizo nos liga, nos ata, nos llena de rencor y de fastidio, va devorando uno a uno los días anteriores, los que fueron hermosos.
Sólo espero que en algún momento aparezca, por azar, extraviado en un bolsillo, confundido con los otros objetos. Entonces será un gordo, enlutado, sucio y polvoriento punto final, a destiempo, como el que colocan los escritores noveles.
Cristina Peri Rossi
Cuando nos conocimos, ella me dijo: “Te doy el punto final. Es un punto muy valioso, no lo pierdas. Consérvalo, para usarlo en el momento oportuno. Es lo mejor que puedo darte y lo hago porque me mereces confianza. Espero que no me defraudes.” Durante mucho tiempo, tuve el punto final en el bolsillo. Mezclado con las monedas, las briznas de tabaco y los fósforos, se ensuciaban un poco; además, éramos tan felices que pensé que nunca habría de usarlo. Entonces compré un estuche seguro y allí lo guardé. Los días transcurrían venturosos, al abrigo de la desilusión y del tedio. Por la mañana nos despertábamos alegres, dichosos de estar juntos; cada jornada se abría como un vasto mundo desconocido, lleno de sorpresas a descubrir. Las cosas familiares dejaron de serlo, recobraron la perdida frescura, y otras, como los parques y los lagos, se volvieron acogedoras, maternales. Recorríamos las calles observando cosas que los demás no veían y los aromas, los colores, las luces, el tiempo y el espacio eran más intensos. Nuestra percepción se había agudizado, como bajo los efectos de una poderosa droga. Pero no estábamos ebrios, sino sutiles y serenos, dotados de una rara capacidad para armonizar con el mundo. Teníamos con nuestros sentidos una singular melodía que respetaba el orden del exterior, sin sujetarse a él.
Con la felicidad, olvidé el estuche, o lo perdí, inadvertidamente. No puedo saberlo. Ahora que la dicha terminó, no encuentro el punto final por ningún lado. Esto crea conflictos y rencores suplementarios. “¿ Dónde lo guardaste? – me pregunta ella, indignada -. ¿ Qué esperas para usarlo? No demores más, de lo contrario, todo lo anterior perderá belleza y sentido.” Busco en los armarios, en los abrigos, en los cajones, en el forro de los sillones, debajo de la mesa y de la cama. Pero el punto no está; tampoco el estuche. Mi búsqueda se ha vuelto tensa, obsesiva. Es posible que lo haya extraviado en alguno de nuestros momentos felices. No está en la sala, ni en el dormitorio, ni en la chimenea. ¿ El gato se lo habrá comido?.
Su ausencia aumenta nuestra desdicha de manera dolorosa. En tanto el punto no aparezca, estamos encadenados el uno al otro, y esos eslabones están hechos de rencor, apatía vergüenza y odio. Debemos conformarnos con seguir así, desechando la posibilidad de una nueva vida. Nuestras noches son penosas, compartiendo la misma habitación, donde el resquemor tiene la estatura de una pared y asfixia, como un vapor malsano. Tiñe los muebles, los armarios, los libros dispersos por el suelo. Discutimos por cualquier cosa, aunque los dos sabemos que, en el fondo, se trata de la desaparición del punto, del cual ella me responsabiliza. Creo que a veces sospecha que en realidad lo tengo, escondido, para vengarme de ella. “ No debí confiar en ti – se reprocha -. Debí imaginar que me traicionarías.”
Era un estuche de plata, largo, de los que antiguamente se usaban para guardar rapé. Lo compré en un mercado de artículos viejos. Me pareció el lugar más adecuado para guardarlo. El punto estaba allí, redondo, minúsculo, bien acomodado. Pero pasaron tantos años. Es posible que se extraviara durante una mudanza, o quizás alguien lo robó, pensando que era valioso.
Luego de buscarlo en vano casi todo el día, me voy de casa, para no encontrar su mirada de reproche, su voz de odio. Toda nuestra felicidad anterior ha desaparecido, y sería inútil pensar que volverá. Pero tampoco podemos separarnos. Ese punto huidizo nos liga, nos ata, nos llena de rencor y de fastidio, va devorando uno a uno los días anteriores, los que fueron hermosos.
Sólo espero que en algún momento aparezca, por azar, extraviado en un bolsillo, confundido con los otros objetos. Entonces será un gordo, enlutado, sucio y polvoriento punto final, a destiempo, como el que colocan los escritores noveles.
¿Alguna ves han sentido la nesesidad de poner punto final a una etapa de sus vidas?
R- no por que era algo muy fasil de olvidar
¿Fue dificil dejar atras el pasado?
R- no por que era algo simple
lunes, 12 de enero de 2009
la niña de los fosforos
Qué frío tan atroz! Caía la nieve, y la noche se venía encima. Era el día de Nochebuena. En medio del frío y de la oscuridad, una pobre niña pasó por la calle con la cabeza y los pies desnuditos.Tenía, en verdad, zapatos cuando salió de su casa; pero no le habían servido mucho tiempo. Eran unas zapatillas enormes que su madre ya había usado: tan grandes, que la niña las perdió al apresurarse a atravesar la calle para que no la pisasen los carruajes que iban en direcciones opuestas.La niña caminaba, pues, con los piececitos desnudos, que estaban rojos y azules del frío; llevaba en el delantal, que era muy viejo, algunas docenas de cajas de fósforos y tenía en la mano una de ellas como muestra. Era muy mal día: ningún comprador se había presentado, y, por consiguiente, la niña no había ganado ni un céntimo. Tenía mucha hambre, mucho frío y muy mísero aspecto. ¡Pobre niña! Los copos de nieve se posaban en sus largos cabellos rubios, que le caían en preciosos bucles sobre el cuello; pero no pensaba en sus cabellos. Veía bullir las luces a través de las ventanas; el olor de los asados se percibía por todas partes. Era el día de Nochebuena, y en esta festividad pensaba la infeliz niña. Se sentó en una plazoleta, y se acurrucó en un rincón entre dos casas. El frío se apoderaba de ella y entumecía sus miembros; pero no se atrevía a presentarse en su casa; volvía con todos los fósforos y sin una sola moneda. Su madrastra la maltrataría, y, además, en su casa hacía también mucho frío. Vivían bajo el tejado y el viento soplaba allí con furia, aunque las mayores aberturas habían sido tapadas con paja y trapos viejos. Sus manecitas estaban casi yertas de frío. ¡Ah! ¡Cuánto placer le causaría calentarse con una cerillita! ¡Si se atreviera a sacar una sola de la caja, a frotarla en la pared y a calentarse los dedos! Sacó una. ¡Rich! ¡Cómo alumbraba y cómo ardía! Despedía una llama clara y caliente como la de una velita cuando la rodeó con su mano. ¡Qué luz tan hermosa! Creía la niña que estaba sentada en una gran chimenea de hierro, adornada con bolas y cubierta con una capa de latón reluciente. ¡Ardía el fuego allí de un modo tan hermoso! ¡Calentaba tan bien!Pero todo acaba en el mundo. La niña extendió sus piececillos para calentarlos también; más la llama se apagó: ya no le quedaba a la niña en la mano más que un pedacito de cerilla. Frotó otra, que ardió y brilló como la primera; y allí donde la luz cayó sobre la pared, se hizo tan transparente como una gasa. La niña creyó ver una habitación en que la mesa estaba cubierta por un blanco mantel resplandeciente con finas porcelanas, y sobre el cual un pavo asado y relleno de trufas exhalaba un perfume delicioso. ¡Oh sorpresa! ¡Oh felicidad! De pronto tuvo la ilusión de que el ave saltaba de su plato sobre el pavimento con el tenedor y el cuchillo clavados en la pechuga, y rodaba hasta llegar a sus piececitos. Pero la segunda cerilla se apagó, y no vio ante sí más que la pared impenetrable y fría. Encendió un nuevo fósforo. Creyó entonces verse sentada cerca de un magnífico nacimiento: era más rico y mayor que todos los que había visto en aquellos días en el escaparate de los más ricos comercios. Mil luces ardían en los arbolillos; los pastores y zagalas parecían moverse y sonreír a la niña. Esta, embelesada, levantó entonces las dos manos, y el fósforo se apagó. Todas las luces del nacimiento se elevaron, y comprendió entonces que no eran más que estrellas. Una de ellas pasó trazando una línea de fuego en el cielo.-Esto quiere decir que alguien ha muerto- pensó la niña; porque su abuelita, que era la única que había sido buena para ella, pero que ya no existía, le había dicho muchas veces: "Cuando cae una estrella, es que un alma sube hasta el trono de Dios".Todavía frotó la niña otro fósforo en la pared, y creyó ver una gran luz, en medio de la cual estaba su abuela en pie y con un aspecto sublime y radiante. -¡Abuelita!- gritó la niña-. ¡Llévame contigo! ¡Cuando se apague el fósforo, sé muy bien que ya no te veré más! ¡Desaparecerás como la chimenea de hierro, como el ave asada y como el hermoso nacimiento!Después se atrevió a frotar el resto de la caja, porque quería conservar la ilusión de que veía a su abuelita, y los fósforos esparcieron una claridad vivísima. Nunca la abuela le había parecido tan grande ni tan hermosa. Cogió a la niña bajo el brazo, y las dos se elevaron en medio de la luz hasta un sitio tan elevado, que allí no hacía frío, ni se sentía hambre, ni tristeza: hasta el trono de Dios.Cuando llegó el nuevo día seguía sentada la niña entre las dos casas, con las mejillas rojas y la sonrisa en los labios. ¡Muerta, muerta de frío en la Nochebuena! El sol iluminó a aquel tierno ser sentado allí con las cajas de cerillas, de las cuales una había ardido por completo.-¡Ha querido calentarse la pobrecita!- dijo alguien. Pero nadie pudo saber las hermosas cosas que había visto, ni en medio de qué resplandor había entrado con su anciana abuela en el reino de los cielos.
Opinión: es un cuento muy bonito explica como la niña cumplió aun solo en sus fantasías tuvo una Nochebuena y se fue ella con su abuela
Opinión: es un cuento muy bonito explica como la niña cumplió aun solo en sus fantasías tuvo una Nochebuena y se fue ella con su abuela
historia de la telesecundaria
Es innegable el prestigio que la televisión educativa, y especialmente la telesecundaria, ha ganado en nuestro país, donde sus bondades y ventajas como agente educativo quedan fuera de toda discusión. Se ha constituido en uno de los más modernos apoyos tecnológicos hasta ahora utilizados en educación y no existen muchos soportes didácticos que le igualen (salvo la informática), así mismo, tampoco tiene comparación en cobertura, auditorio y economía (sólo utiliza un docente por grupo) y ningún otro recurso resulta ser tan atractivo como medio audiovisual y de comunicación.
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